miércoles, 27 de junio de 2012

Lo que se dice versos

Hace 3 meses que no publico versos. Yo pensé que las masas se alzarían exigiendo que se publicaran libros con ellos, pero ni una puta cubierta han quemado. No importa, seguiré publicándolos hasta que reconozcan mi grandeza o hasta que me rueguen por favor que basta.
Pero se me ha ocurrido que es hora de que le dé un lugar más destacado a la muchachada a la que le publico sus versos en la barra de la derecha.
Comenzaré a ponerlos como entradas bajo la etiqueta “versos pero lo que se dice versos” donde en realidad ya les he publicado 3 pero en los inicios del blog. Vuelvo ahora a promocionar a tantos poetas como este galleguito que en mi opinión pinta lindo y del que publico uno de sus versitos:



POR TIERRAS DE ESPAÑA

El hombre de estos campos que incendia los pinares
y su despojo aguarda como botín de guerra,
antaño hubo raído los negros encinares,
talado los robustos robledos de la sierra.

Hoy ve sus pobres hijos huyendo de sus lares;
la tempestad llevarse los limos de la tierra
por los sagrados ríos hacia los anchos mares;
y en páramos malditos trabaja, sufre y yerra.

Es hijo de una estirpe de rudos caminantes,
pastores que conducen sus hordas de merinos
a Extremadura fértil, rebaños trashumantes
que mancha el polvo y dora el sol de los caminos.

Pequeño, ágil, sufrido, los ojos de hombre astuto,
hundidos, recelosos, movibles; y trazadas
cual arco de ballesta, en el semblante enjuto
de pòmulos salientes, las cejas muy pobladas.

Abunda el hombre malo del campo y de la aldea,
capaz de insanos vicios y crímenes bestiales,
que bajo el pardo sayo esconde un alma fea,
esclava de los siete pecados capitales.

Los ojos siempre turbios de envidia o de tristeza,
guarda su presa y llora la que el vecino alcanza;
ni para su infortunio ni goza su riqueza;
le hieren y acongojan fortuna y malandanza.

El numen de estos campos es sanguinario y fiero:
al declinar la tarde, sobre el remoto alcor,
veréis agigantarse la forma de un arquero,
la forma de un inmenso centauro flechador.

Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
—no fue por estos campos el bíblico jardín—;
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.

Antonio Machado

PD: ¡Cuán contradictoria España! Nos dá gallegos como Brufau (el de Repsol), Rajoi (el rompeculosdeespañoles que gobierna ahora) y también Machado.
No todo está perdido



domingo, 24 de junio de 2012

De todo un poco….


1-Binner apostrofó al INDEC y se olvidó del IPEC
Nuestro opa en ejercicio (el anterior, Reutteman está en retiro activo) es objeto de permanente consulta por los medios de la reacción (o sea casi todos).
Lo cual debe ponernos contentos, ya que si lo mejor que encuentran como crédito contra el gobierno es un opa, eso significa que están completamente huérfanos de posibilidades.
Así que aseveró – aparte de exigir un gobierno de coalición, lo cual muestra cuán opa es el opa- que “basta de mentirnos con el Indec, si nadie cree en el Indec. Si trampeamos con los números, siempre vamos a tener cifras equivocadas”.
Sería tedioso señalar que los IPC son objeto de descreimiento y aún de acerbas críticas desde siempre y en casi todos lados del ancho mundo.
Sería igualmente tedioso señalar que aquí el Sr Lavagna (que como tantos otros compañerísimos peronistas revista ahora del lado de los buenos) despotricó contra el INDEC cuando era ministro de economía y no aceptaba sus números. Y eso cuando el INDEC era serio, no contaminado por la barbarie K, y todo porque esos números no le convenían.
Igual que ahora le sucede. A él y al opa.
Pero lo verdaderamente notable es que –sabemos- el opa y la opo se basan para su crítica en los números de las consultoras de unos cuantos chantas, semichantas o arribistas (entre ellos una del compañerísimo Lavagna).
Ahora bien; para Abril el IPEC (Instituto estadístico del Gobierno de Santa Fe) informó una variación del IPC Rosario de 2,9 %.
Una seria, privada y por lo tanto confiable ¿no? encuestadora Santafesina, CESyAC (no K, añadamos por si acaso), indicó en cambio un valor para la variación de 4,12 %.
No he escuchado declaraciones de Binner afirmando que “basta de mentirnos con el IPEC, si nadie cree en el IPEC. Si trampeamos con los números, siempre vamos a tener cifras equivocadas”.
¿Será sólo opa? ¿Será además tonto? ¡O será además un reverendo vástago de su progenitora?

2-La taquería Boliviana ya parece Ecuatoriana
Los canas Bolivianos entraron por la fuerza a las oficinas de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), la saquearon y destruyeron o quemaron archivos.
Ante el inicio de actuaciones por un fiscal amenazaron “No provoque a la institución verde olivo que es histórica, si usted va a continuar provocando mis camaradas van a tomar determinaciones drásticas y por culpa de usted van a tomar todas los ministerios públicos señor Fiscal. Esto no es amenaza”. ¿Se entiende cual sería la provocación? Iniciar actuaciones judiciales por los delitos incuestionables que antes señalamos y con el agravante de haber sido éstos efectuados por las mismas fuerzas encargadas de velar por la ley impidiendo hechos como esos!
Ocuparon diferentes sitios con la indumentaria de mafiosos, embozados y haciendo ostentación de armamentos de todo tipo (vean la postal)

El supuesto orígen del levantamiento fue salarial y probablemente lo haya sido. Pero se produce cuando es inminente la llegada de otra marcha de “originarios” por lo de la ruta del TIPNIS, que como comentábamos hace tiempo fueron cooptados por aparatos de inteligencia yankis.
Y hace pocas horas Evo anunció que interceptaron comunicaciones que indicaban la intención de atacar a sectores del ejército (que está patrullando para mantener el órden)
¿Les suena parecido a lo de Ecuador contra Correa? Se equivocan, no es parecido ES IGUAL.
Parece que estamos ante una nueva embestida contra los gobiernos progresistas de Latinoamérica, utilizando formas legales cuando ello es posible y económico (caso Paraguay)
o repitiendo o adaptando mecánicas ya probadas cuando los hechos son aprovechables.
Lo de Lugo fue despreciable. Pero Evo equivale a 1 millón de Lugos.
Poco puedo hacer yo. Sólo expresar mi abrazo solidario a Evo y todos los compañeros bolitas que llevan adelante ese admirable proceso de desarrollo con justicia.
Y eso hago


jueves, 21 de junio de 2012

¿Tú también, Brutus?!



Han llegado los Idus de Junio y nuevamente los que intentan destrozar lo hecho y rehacerlo en su exclusivo beneficio han tomado los puñales.
¿Recuerdas Brutus cuando cruzé el Riachuelón en el 2003 y dije “Alea jacta est”?. Si, es cierto, muchos entendieron “La jalea ya está lista” y supusieron que seguía la fiesta.
Pero no; era “la suerte está echada” y significaba que costara lo que costara sacaríamos a este pueblo de la decadencia, la miseria, la subordinación a los poderosos extranjeros y la contínua exacción de denarios, sestercios y talentos por la deuda a los extranjeros que producía la ruina de la plebe y la riqueza parásita de muchos patricios.
Y recuperaríamos para nuestro pueblo los bienes entregados por los sátrapas patricios y senadores para ponerlos al servicio sobre todo de las gens y las fratrias de los comunes, de aquellos como tú, Brutus.
Y restablecimos las Paritarium, que la nobleza había abolido condenando a los tuyos a recibir vil moneda de cobre mientras producía incontables fortunas de oro para los patricios.
Y generamos incontables empleos, en las ergástulas es cierto (es el sistema que vosotros mismos elegisteis) pero ahora podeís vivir y hasta beberos unos vinos o unas birras sin temor al mañana.
Y facilitamos y extendimos el retiro y los haberes de los retirados, que ahora podrían asistir al Circo, a las Termas (o a Barilochus).
¡Por los dioses, las diosas y las deidades de género dudoso, Brutus!
Así que sabíamos -claro que sabíamos- que intentarían tendernos celadas y clavarnos sus dagas aquellos que perdían los excesos de los que gozaban en detrimento de las plebes.
Y hubo en efecto muchos intentos, comandados por Biolcatus, De Angelus y Buzius que fracasaron una y otra vez (aunque una vez casi que nos hacen caer de culus, lo reconozco).
Y hasta salieron haciendo ruido por el foro, sobre todo sus mujeres, luciendo fastuosas togas y túnicas.
Pero que tú, ¡Tú Brutus! te unieras a ellos después de haber recibido tantos beneficios y sobre todo, después (muy poco después) de que anduvieras golpeándote el pecho declarándote parte de la gen K ¡
Y no sólo tú Brutus; ¡también Piumatus, Painisus y otros de tu gens que (ahora sabemos) fingían igual adhesión y a los que –para ser franco- les teníamos mas confianza que a ti!.
Y hete aquí que llegaron los idus y estás ante mí, hijo, Brutus Moyanus, intentando clavarme tu artera, traidora, estúpida daga.
Bueno. Lamento comunicarte que sabiendo lo que hace mucho le pasó a un tal Julio César, llevo puesto un chaleco antidagas y tu intento será infructuoso.
Terminarás como todos los Brutus, abandonado por aquellos que te dieron la daga. Pero antes, como insistirás, debo advertirte:
Brutus Moyanus, te romperemos el culus.

Versión actualizada del Julio Cesar
Shakespeare 68

PD: Bueno, tomé algo de la Acuarius de Cepita, si, lo admito.

PD2: ¡Y mirá que se los dije...!


martes, 19 de junio de 2012

Combatiendo el Guitarreo (segunda edición)


En la entrada anterior el tema fué la interpretación de los fenómenos económicos, disparado por la aparición de un artículo al respecto que reproduje allí.
En realidad venía pensando en escribir algo sobre el tema, porque como parte de la campaña permanente de la reacción el tema de la inflación está de moda y hasta lo han enlazado al actual embate sobre el tipo de cambio “el problema no es el dólar, es la inflación que provoca la huída al dólar”, he escuchado una y otra vez a los supuestos entendidos.
Y lo importante aquí es que parten de un postulado que afirma que la inflación es provocada por el estado al generar políticas o ambientes inadecuados. Ergo, LA CULPA LA TIENE EL GOBIERNO, el axioma nacional por excelencia (axioma que en honor a la verdad usaban también los que hoy son víctimas hacia los que entonces estaban al frente, porque la boludez humana es pegadiza).
Pensaba escribir –decía- hasta que al poner la entrada anterior caí en la cuenta que ya lo había hecho y que lo dicho entonces (en los meses de Marzo a Abril del 2010) era lo mismo que pensaba decir hoy.
Así que ¿Para qué volverlo a hacer, si ya lo hice? Y respondiendo a esta cómoda conclusión, lo que hago es poner un índice para que puedan recorrer cómodamente el ciclo “La inflación me tiene inflado”, cliqueando sobre cada número en el órden en que fueron escritos.
El precio es el mismo del 2010, pero en dólares “Blue”.

La inflación me tiene inflado
Índice
(I) Comienza
(II) Sigue
(III) Sigue
(IV) Sigue
(V) Sigue
(VI) Sigue
(VII) Sigue todavía
(VIII)Sigue siguiendo
(IX) Aquí se acaba

Léanlo, no está tan malo. Digo yo, bah.

lunes, 18 de junio de 2012

Combatiendo el guitarreo



Hace rato que 68 y contando afirmó que la enunciación de los sucesos económicos como leyes equiparables a la física, expresables por ecuaciones o reglas inflexibles que resultan independientes de la voluntad de la sociedad (y del gobierno) es un sofisma que sólo conviene a los capitalistas y sólo puede ser afirmado por un economista ortodoxo ( también conocido como economista como el orto.. doxo).
Pero 68 y contando sólo es un técnico jubilado y para peor progre.
En su ayuda, la opinión de una estudiosa, que 68 y contando reputa como brillante por el sencillo hecho de que piensa como él.
Eso sí, la enunciación de que los sucesos económicos no pueden equipararse a leyes -como las de la física, expresables por ecuaciones o reglas inflexibles- es una ley inflexible, equiparable a las leyes de la mecánica.
Aquí la transcripción de esa opinión. Que les sea útil


La economía como ciencia moral
Por María Cristina Marcuzzo *


La economía es una disciplina puesta entre dos cordilleras: la ciencia de los fenómenos físicos, observables y cuantificables, y el estudio de los sucesos humanos que se los busca reconstruir e interpretar. Aunque la mayoría de los economistas buscan la seguridad del método científico, a otros les parece falsa y vana la búsqueda de una semejanza con las ciencias físicas. A diferencia de las ciencias duras, donde existe la reproducibilidad del experimento y las explicaciones tienen un alto valor predictivo, la economía es un área de análisis y de acción en que el papel del sujeto –con sus valores y sus comportamientos– es determinante. Y, por lo tanto, podemos decir que la economía es una ciencia moral, donde la intencionalidad y el juicio toman el lugar del determinismo de las leyes naturales. Para ilustrar esta idea voy a utilizar los argumentos de dos destacados “referentes” de la materia: un gran economista, John Maynard Keynes, y un muy hábil financiero, George Soros.

La economía –dice Keynes– tiene que ver con la “introspección y con los valores (...), con las motivaciones, las expectativas y la incertidumbre psicológica”, que se encuentran totalmente ausentes en el mundo físico. Mientras que el objetivo de la física es descubrir regularidades que permitan obtener leyes generales, el de la economía, cuyo campo de observación no es constante ni homogéneo, es capturar los efectos de decisiones tomadas en un contexto de incertidumbre. En economía, sostiene Keynes, no podemos pensar en realización de generalizaciones totalmente exactas, porque el sistema económico no está regido por fuerzas naturales que los economistas pueden descubrir y ordenar en una clara secuencia de causas y efectos.

La tarea del economista, más bien, es la de “seleccionar las variables que pueden ser deliberadamente controladas y gobernadas por una autoridad central, en el tipo de sistema en el que vivimos”. No puede existir una separación entre valores y hechos, entre análisis y recetas, porque “el pensamiento moral” y los “valores morales” son parte de cada filosofía social. Una vez develada la falsa analogía de las leyes económicas con las leyes físicas se abre la posibilidad para el economista de promover valores y comportamientos que puedan hacer mejor a una sociedad. Keynes no creía en la “inevitabilidad” de los mecanismos del libre mercado y pensaba que los medios alternativos para mejorar la sociedad podrían ser construidos a partir de la persuasión y las capacidades intelectuales. El nexo entre la ciencia de los hechos físicos y la de los hechos humanos se convierte de esta manera en el espacio de la acción, donde el determinismo de la naturaleza se templa ante las posibilidades de transformación según los fines elegidos.

George Soros también se pronunció contra la falsa analogía entre los acontecimientos económicos y los físicos argumentando que los fenómenos estudiados por la economía tienen una estructura fundamentalmente diferente que los fenómenos naturales. Se trata de la presencia de un feedback (retroalimentación) entre el pensamiento y la realidad, que actúa como forma de influencia en las expectativas de los agentes sobre los eventos económicos, los cuales a su vez inciden sobre las expectativas que se forman los individuos.

El efecto de la doble relación entre las expectativas y el curso de los acontecimientos puede ser negativo o positivo. El feedback negativo corrige opiniones y juicios, realineándolos al estado real de las cosas. El feedback positivo, en cambio, produce señales distorsionadoras, de modo que las expectativas de los agentes y el estado real de la economía siguen trayectorias cada vez más divergentes. Este esquema de análisis ha sido utilizado por Soros para explicar las burbujas especulativas, el fracaso de la autorregulación de mercados financieros y también de la confianza depositada en esos mercados por los economistas pertenecientes al pensamiento dominante. La crisis económica y el cataclismo financiero que han sacudido a las economías contemporáneas son un duro testimonio de la mala respuesta basada en la confianza de un paradigma económico construido desde un sistema, supuestamente, controlable y previsible. En cambio, son la incertidumbre y las expectativas las que dominan el juego económico, por ello se propone como tarea principal del economista la elaboración de reglas que permitan controlar los comportamientos de mercado y que no se desprenden de leyes “matemáticas”.

Incluso en el ámbito de las nuevas tecnologías, el aprendizaje “técnico” está sujeto a la necesidad de superar los obstáculos disciplinarios y de tener como horizonte un espectro amplio de aplicación y de fuentes de inspiración. Los economistas no deberían temer de adentrarse en esta vía.

En los orígenes de la profesionalización de la economía, el padre fundador de los estudios en esta materia en Cambridge, Alfred Marshall, sostenía que el objetivo de la carrera era “la formación y no el llenado de las mentes” (“the forming not the filling of the minds”). Las generaciones que se formaron con un espíritu crítico, hecho posible por un modo de enseñanza centrado en la supervisión, han producido ciertamente cohortes de economistas que incluyen a los intelectualmente más influyentes en la historia de disciplina: además de Keynes, encontramos a Pigou, Robertson, J. Robinson, Kahn y muchos otros que se formaron en dicha escuela. Volver a formar mentes abiertas no sólo a las innovaciones técnicas, sino también a un conocimiento liberado de los obstáculos disciplinarios, en economía puede ser el camino para recorrer la ruta trazada –según una maligna reconstrucción– desde el fin de la guerra fría, que ha obligado a muchos matemáticos y físicos que se han quedado sin trabajo en Estados Unidos a buscarlo en los departamentos de economía. Por otro lado –como P. Mirowski ha explicado–, el avance de la cuantificación y la construcción de modelos econométricos a partir de los años 40, en Estados Unidos y luego progresivamente en el resto del mundo, ha tenido poco que ver con el progreso de la ciencia y mucho más con la ideología y el negocio.

* Sapienza, Universidad de Roma.
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-196618-2012-06-18.html

PD: Y mirá que se los dije..!



domingo, 17 de junio de 2012

¿Y…. para cuando el Kacerolaso?



Hemos asistido recientemente a piquetes fantasmas de capitalistas agrarios (fantasmas porque algunos dicen haberlos visto pero no hay prueba científica que lo avale) y a dos cacerolacitititos de señoras y señores culopaspados acompañados por algunos mediopelos admiradores.
El último sobre todo fue más fantasmagórico que los piquetes agrarios, porque entre que había algo de neblina y que los cacerolitititeros eran tan escasos, la movida semejaba mas bien un desfile de almas en pena por Plaza Mayo.
Así que uno podría reírse y a otra cosa. Pero hoy es 17 de Junio, el día después de la fecha que conmemora el bombardeo de esa plaza por unos pocos pero poderosos, integrantes algunos y cómplices otros de los culopaspados de aquel entonces, que son socialmente y hasta físicamente los cacerolititititeros de hoy.
Así que no puede tomarse para la chacota.
Y considerando que ese culopaspadaje cuenta hoy con mayor poder mediático y económico que el de aquel entonces, yo creo que sería bueno que el pueblo haga tronar el escarmiento, no con ruido de cañones sino de Kacerolas, es decir con armas similares que las que escuálidamente ellos hicieron sonar.
Con buena onda, sin agresiones físicas pero sí con agresiones acústicas, haciendo temblar sus ventanales de barrio Norte, Palermo y demás madrigueras.
Ello contribuirá a la demanda agregada por el aumento súbito del consumo de crema de bismuto, Milanta y antiácidos de todo tipo entre las clases altas.
Así que a ver si se me ponen las pilas y organizan un bruto Kacerolaso
¿O tengo que estar en todo?

miércoles, 13 de junio de 2012

Flatulencias


Multitudes quizá tan grandes como las que cacerolearon hace poco, o tal vez como las de esforzados “chacareros” que se volcaron a las rutas el otro día, esperaban seguramente mi regreso al blog.
O sea, poquititos bah, que macana.
Y esos seguidores aguardarán seguramente mis disquisiciones sobre el embate de la reacción con el dólar blue, o sobre como se desinforma (inclusive desde diarios casi K y agencias K) sobre Siria, entrando en el juego de la “Libiada” en preparación.
O sobre las perspectivas de la crisis capitalista mundial, cuyos capítulos mas truculentos aún no empiezan pero empezarán, yo lamentablemente no lo dudo.
Pero no escribiré sobre ninguno de esos temas. Me agrada sorprender (aunque reconozco que a menudo en vez de sorprender consigo espantar).
Voy a hablar sobre flatulencias.
Y no crean que es un tema liviano. Para darles una idea, a un promedio de 14 escapes cada 24 horas -que totalizan como 1 litro por día- los humanos (sin contar a los niños) producimos quizá cerca de unos cuatro mil millones de litros de flatulencias diarios, unos 1.460 millones de metros cúbicos al año que pesan probablemente algo así como ¡1 millón de toneladas!
Cualquier citadino que ha sido víctima de la cruel, artera y silenciosa agresión de un pedo de colectivo puede imaginarse que si uno sólo produce tal daño, ¡Que no harán al planeta mismo millones y millones y millones de ellos!
Quizá fue a partir de una reflexión de este tipo que numerosos científicos se han dedicado a investigar el daño ecológico del silencioso (a veces) enemigo. Pero después seguiremos con ese, que es precisamente el tema de la entrada de hoy.
Vamos a hacer ahora algunas observaciones de tipo sociológico. La flatulencia humana es en general mal vista en todos lados. Sin embargo la respuesta cultural varía. Todos hemos visto como los Yankis bromean con sus flatos abiertamente (así como con los eructos), de una manera que a muchos de nosotros nos resulta algo chocante.
Hasta tal punto resulta incorrecto aquí tomar naturalmente la ventosidad humana que en mi juventud solía decirse, para referirse a una conducta modosa y recatada, que era “discreta como pedo de señorita”. No sé si para bien o para mal (en este caso) las mujeres han conquistado derechos que les permiten expresarse con mayor libertad.
Ahora, yendo a la parte científica, digamos que pueden señalarse dos constituyentes principales del flato (para no decir pedo, que queda tan feo): El Metano y el Anhidrido Sulfuroso, el Sulfhídrico y compuestos asociados.
Al segundo grupo de constituyentes obedece el ahogamiento de los pasajeros de colectivo, pero es el primero, el Metano, que es “inodoro e insípido” como nos enseñaban en la escuela, el que resulta el verdadero enemigo.
También en mi juventud muchos varones ( por no decir todos) ensayamos o presenciamos alguna vez el experimento que pone de manifiesto la existencia de ese gas: Consistía en prender un fósforo, aproximarlo a la cola del emisor voluntario y observar como, al soltarse el gas, la llama aumentaba en forma notable su tamaño y brillo.
No creo que las juventudes actuales lo hagan. Primero porque no son tan boludas y segundo porque ya no existe el elemento técnico imprescindible para efectuar el experimento: La caja de fósforos Ranchera o 3 Patitos. ¿Qué habrá sido de ellas? ¿Existirán aún? Lo dudo. Los encendedores descartables Chinos las hicieron desaparecer, quizá para siempre.
Bueno; ahora sí, entrando en tema, los científicos –algunos- cayeron en la cuenta que el Metano es mucho mas nocivo que el anhidrido carbónico para la capa de Ozono, el Efecto Invernadero, el Calentamiento Global y todo el rollo.
Claro que así como los ciudadanos suelen echarle la culpa al gobierno aún de las cosas que son de su propia responsabilidad, los científicos le echaron la culpa a las vacas y no han considerado hasta hoy la parte que le toca al hombre, al menos que yo sepa.
Parece que los Argentinos (algunos, a mi no me miren) somos precursores en dimensionar el daño que producen esos estúpidos animales mientras los engordamos para comérnoslos, porque he encontrado esta noticia de 2008 en un diario Holandés.
Pero claro; no sólo las vacas pagaron el pato. Según Naciones Unidas, el sector ganadero es responsable en la actualidad del 18% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Esta cifra engloba tanto las emisiones causadas por la producción de piensos como las generadas por el metano que expulsan los rumiantes, entre los que se encuentran, entre otros, las vacas, las cabras, las ovejas y las jirafas y que generan entre 50 y 100 millones de toneladas cada año.
Así que como dijeron ovejas, y como Nueva Zelandia es un país ovejero, y como tiene plata para mantener zánganos, una pila de ellos están ocupadísimos desarrollando una vacuna para evitar que las ovejitas se tiren pedos con Metano.
Se me ocurre que si no lo logran intentarán desarrollar depuradores catalíticos para ovejas y allí veremos a los animalillos con tremendos filtros en el trasero para bien de la humanidad.

Pero claro, otros zánganos de Inglaterra -que estará recortando gastos por estar en recesión permanente ¡ pero no gastos en boludeces, faltaba más!- cayeron en la cuenta de que en la época de los dinosaurios buena parte de ellos eran herbívoros y que se debían rajar soberanos gasecillos, y ahí nomás comenzaron a pelarse las pestañas estudiando el tema para bien de la humanidad (algunas malas lenguas dicen que para su bien, nunca faltan los envidiosos).
Han llegado a la conclusión que eran tantos, eran tan grandes y se tiraban tantos y tan semejantes pedos que provocaron el calentamiento global del Mesozoico.
A mi me han despejado igualmente una antigua duda: En la Patagonia suelen encontrarse troncos de enormes árboles fósiles, restos de grandes bosques contemporáneos según creo a la proliferación de Dinosaurios en esa zona. Siempre me preguntaba porque casi siempre los vi tirados y ahora gracias a esos científicos Ingleses me llegó la respuesta ¿Se imaginan a un enorme animal de alrededor de 20 toneladas levantando la cola y disparando el ensordecedor trueno de un pedito en dirección a los árboles? No había sequíoa capaz de resistir enhiesta el vendaval terrible y el tronco caía vencido al mismo tiempo que seguramente muchos pequeños animales morían asfixiados a su alrededor, como pasajeros de un arcaico colectivo.
En fin, que empezaron a entusiasmarse con el Metano y ahora también le echan la culpa del Triángulo de las Bermudas, producto según ellos de una especie de flatulencias de la misma Tierra, peditos santos de la Pachamama, como diría seguramente un originario o un Juez de la Corte Suprema.
Y no vayan a pensar que me río de la ciencia. Por el contrario, le tengo un gran respeto. Lástima que la hacen científicos.


Algunos que están al pedo. Y otros que parecen estar en pedo. Es al pedo.

lunes, 4 de junio de 2012

Lo de siempre


Aquí andamos; volviendo. Y hasta que venza la molicie, va un artículo de Aliverti que creo útil. Muchos lo habrán leído pero quizás algunos no.
De cualquier manera es gratis, ni un dólar blue les cobro por esto.

Lo de siempre
Por Eduardo Aliverti
Al revés de otros momentos o etapas de nuestra vida política más o menos reciente, hoy la escena es muy previsible y nadie debería llamarse a sorpresa. Si es por eso, no hay dudas. La incertidumbre, en todo caso, es si la mayoría de la sociedad puede quedar presa del ataque de pánico que promueven los archiconocidos actores en juego.
Entiéndase bien la diferencia. Una cosa es que se sepan de memoria el tablero, las fichas y hasta los movimientos que hará el contrario. Y otra, la posibilidad de que, aun cuando se comprenda todo eso, no alcance para evitar el temor, la zozobra, el nerviosismo permanente en torno de si el contrincante no terminará saliéndose con las suyas. Vayámonos a 2008. El Gobierno estaba ratificado en las urnas desde el año anterior, con una ventaja apreciable. La Argentina incendiada de comienzos de siglo había pasado del infierno al purgatorio, como decía Kirchner, gracias a un manejo osado de la economía, que incluyó una quita inédita de la deuda externa y la liquidación, en un saque, de los aprietes del FMI. Sin embargo, en esos primeros años y tras el fracaso –como emblema– del pliego de condiciones que el diario La Nación le elevó al presidente el mismo día de asumido, las variadas expresiones de la oligarquía se convocaron a silencio en cuanto a la administración general del país. El subsuelo desde el que se partió no dejaba mayor lugar para la queja extorsiva de los grupos monopólicos y oligopólicos, que por otra parte no habían sido afectados. En rigor, el huevo de la serpiente lo incubaba la cantidad y calidad de símbolos que el oficialismo le tiraba por la cabeza al conglomerado reaccionario. Uno ha escrito y dicho sobre eso en numerosas oportunidades: no era la afectación dineraria lo que enardecía a las clases dominantes. Eran las insignias que los K les trituraban. Aquel discurso presidencial en la ONU que nos proclamó hijos y nietos de las Madres y Abuelas, el cuadro de Videla a la basura, la reivindicación de los ideales setentistas; y, por sobre todo, la temida confirmación de que después de muchísimo tiempo había vuelto la política para imponerle condiciones a la economía. La víbora permanecía allí, dispuesta para la primera de cambio. Se le apareció cuando, en marzo de 2008, se combinaron errores y horrores de comunicación gubernamental con la primera o más rotunda medida de exigencia contributiva. Apuntaba a la renta del sector privilegiado por naturaleza. Y la reacción descomunal de las patronales agrarias fue el vehículo que, además de nuclear a los grandes incubadores, se allegó amplias porciones de las clases medias en las urbes preponderantes. El ataque se completó con la propaganda decisiva de las corporaciones mediáticas, que se veían perjudicadas como el que más porque son fracción inescindible del negocio agropecuario. El Gobierno perdió esa batalla y las elecciones del año siguiente, pero hay ahí el primer y enorme dato que ostenta distancia con la actualidad: se pensaba que ese articulado opositor sería imparable y resultó que, entre su ineptitud impresionante y los méritos contragolpeadores del oficialismo, se diluyó hasta la inexistencia. Los comicios de 2011 eximen de otros comentarios al respecto. El liderazgo de Cristina está intocado. Y como si fuera poco, no se trata solamente de un respaldo que empieza y termina en las urnas, sino de que el kirchnerismo mantiene un volumen interesante de militancia y movilización. Hace cuatro años, esa apoyatura estaba arrinconada por el efecto de la 125. Al suceder hoy todo lo contrario, son una malísima autofotocopia de otrora los esperpénticos cacerolazos de teflón que volvieron a sonar en algunos barrios porteños, con epicentro en las zonas de mayor poder adquisitivo; y los escasos centenares de pretendientes a gaucho que volvieron a rodear la Legislatura bonaerense, contra la tremenda presión estatal para cobrarles por hectárea algo más de lo que se paga por un auto de media gama. Todavía no salieron a protestar derecho viejo contra el cepo cambiario, pero no perdamos las esperanzas. De todas formas, y ya volveremos sobre esto, nada de subestimar.
¿Qué pasa si se anoticia que 19 empresas explican el 50 por ciento del movimiento cambiario de todos los días, y que 120 empresas explican el 80 por ciento? ¿Y que un dos por ciento de los productores concentra el 50 por ciento de la producción de trigo? Son números que contextualizan la temática por su simple peso, pero seguramente pierden su valor como construcción de sentido si se advierte que los brindó Guillermo Moreno, la semana pasada, en una charla con militantes en la Unión de los Trabajadores de la Educación. Señaló que se logró parar la corrida bancaria del año pasado, “que fue una corrida en serio y no esta estupidez que tenemos ahora”. Relató lo que el Gobierno hizo en aquella instancia. Primero comprimió la demanda administrando el flujo de las empresas; y luego generó oferta, a través de presionar a las multinacionales para que aportaran liquidez en dólares. La figura del secretario de Comercio Interior es la preferidísima de los medios opositores para desbarrancar, incluso, lo irrefutable de ciertas cifras y procedimientos. Lo que no se entiende, si acaso Moreno no fuera el personaje más adecuado para lanzar al ruedo comunicacional, es por qué el Gobierno se priva de arreciar con otra tropa informativa, capaz de ser tan masivamente clara como lo es él frente a los militantes. Al no haber una conducción gubernativo-noticiosa unificada, o una bajada de línea que permita moverse en parámetros comunes, se producen las boutades individuales sucedidas en estos días. Mientras el oficialismo se decide a corregir esa duradera falencia de comunicación, si es que se le ocurre hacerlo, está a mucha mejor mano recurrir a aportes extragubernamentales. Cabe citar entre ellos el excelente artículo de Hugo Castro Pueyrredón, economista y profesor de la UBA, en Página/12 del jueves. “En Buenos Aires votan las vacas”, tal el título, sencillamente enseña que las secciones agrícolas más productivas, donde reside apenas el 11,3 por ciento de los electores, obtienen el 33,3 por ciento del total de los representantes parlamentarios bonaerenses. Los votos del interior agropecuario valen seis largas veces más que los del conurbano, lo cual, como apunta el académico, no puede definirse de otra forma que como voto calificado. En su nota hay también una certera ironía acerca de si los “productores” son efectivamente eso, o meros arrendadores que no llegan a constituir una burguesía agraria. Sean lo que se quiera, debe insistirse con que ellos y sus socios mayores, dentro y fuera de la esfera agropecuaria, conservan su poder de presión y extorsión por vía –-entre otros motivos, pero no el menor– de que la ayuda de los medios es inmensa.
De modo que ahí están, los mismos de siempre. Exactamente los mismos de toda la historia nacional. Hay sí algunos cambios en la capacidad de incidencia, que en realidad se remiten a la penetración mediática. La prensa reaccionaria jamás tuvo un papel tan preponderante, no sólo por la vastedad de los recursos tecnológicos sino porque directamente comanda a una oposición que no tiene ni tan siquiera figuritas de fuste. En ningún lado. Ni político, ni social, ni sectorial, ni intelectual. Las avanzadas de que disponen son, justamente, recursos de stand up televisado, junto a la batería de pálidas y derrumbe próximo o inevitable, que sus medios militan con una persistencia tal vez nunca vista. Y desde ya, nada menos, no cuentan con partido militar. Carecen de cuarteles para golpear la puerta. Por lo demás, los mismos de siempre. El campo, los especuladores financieros, sectores del “gran capital”, ese periodismo que les responde. Más clase media asustadiza y, dentro de ella, tilingaje potenciado por las redes sociales, bien que su fuerza nociva no les da ni de lejísimos para considerarlos una amenaza seria. Esto último viene a ser una suerte de oxímorom, en verdad, porque si hablamos de tilingos es obvio que se lo hace –para el tema aludido– de gente a la que lo más apasionante de la vida le pasa por dejar puteadas en Facebook, Twitter o los contestadores de las radios.
Lo que deberá certificarse, otra vez y no será la última, es el grado de convicción de las grandes mayorías para no caer en el juego de esa gente. No de los políticamente vacíos: de los corporativamente lúcidos y agresivos, para hacerles creer a aquéllos que el interés de sector es el de la Patria.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-195584-2012-06-04.html