viernes, 12 de noviembre de 2010

En carne propia (III)






Las penas son de nosotros....

Y de las vaquitas también. Cuando se introdujo la soja, allá por los 70, y después la siembra directa, y la asistencia computarizada para siembra, fertilización y cosecha, el yuyito enamoró los bolsillos de nuestros curtidos paisanos y el largo idilio con las vacas llegó a su fin.
La cría de vaquitas nunca dejó de ser rentable, pero esa rentabilidad comparada con la soja era despreciable ahora para nuestros sufridos paisanos, que ahora gracias a ella montaban alazanes Toyota, zainos BMW y tordillos AUDI.
Claro que tampoco es cuestión de despreciar algún pesito extra por las vacas, aunque los buenos campos fueran destinados a la soja.
Así que compraron baratos campos en las Lechiguanas (islas que están entre Santa Fe y Buenos Aires de acá y Entre Ríos de allá) y llenaron los esteros con vacas desplazadas de las tierras ahora sojeras. E hicieron lo mismo con tierras de San Luis, y de Chaco y de Santiago del Estero y de zonas poco fértiles del sur Bonaerense y Río Negro.
Y llevaron vaquitas a tierras de Cuyo y a zonas algo áridas del norte de Córdoba, Salta y que se yo donde más, y la región pampeana perdió así algo de su importancia como región ganadera, todo lo cual puede verse reflejado en este gráfico:

Cliquear sobre los gráficos para verlos mas grandes

Y en este otro:Como este gráfico no sale claro les dejo el enlace aquí


Como habrán visto el gran despoblamiento o traslado se produjo antes del 2003 pero el fenómeno siguió con menor intensidad pero con firmeza hasta la actualidad.
¿Cúal fué el resultado de esa política?
Bueno, fueron 2, uno peor que el otro.
1) El primero fué que la tasa de pariciones o dicho de otra manera; el porcentaje del total de vacas en edad fértil que tienen crías exitosamente se redujo sensiblemente.
Esto se produce siempre que las condiciones de habitat son agresivas y éste era el caso.
Debo aclarar aquí que lo que afirmo es una inferencia mía. No hay ninguna mención de esto en la literatura que consulté, pero es la única explicación que encuentro para el congelamiento del stock bovino hasta 2003 pese a que no hubo un aumento de la faena, aumento que recién se produjo en 2007.
2) El engorde se volvió problemático por la mala calidad de las pasturas y comenzó a enviarse a faena (así se le dice tecnicamente a asesinarlas, pido perdón por este desliz vegetariano) animales cada vez con menor peso.
Fué justamente la evidencia de este deterioro lo que movió al gobierno a fijar un límite mínimo de peso para faena en 2005 para evitar que al compensar el menor peso con mayor cantidad a faena se produjera un descenso progresivo del stock.
Sorprendentemente (o no) nuestros gauchos de Nordelta y otros rancheríos similares le atribuyen a esta medida (respuesta necesaria a la debacle que los paisanos causaron) el origen de todos los males.
Junto con la medida mencionada se promovieron los Feedlots justamente ante la falencia de las prácticas vigentes para lograr un adecuado engorde.
Y cuando todo iba mal ¡Llegó la 125 y se pudrió todo!

Pero esto queda para la próxima

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