miércoles, 8 de septiembre de 2010

¡A la marosca! (IV)



El jubilao, el dotor y el profe dicen no al 82 %



La embestida opositora por el 82 % para las jubilaciones continúa y estará en el candelero bastante tiempo, porque por primera vez se les ha ocurrido una idea con la que dificilmente no acuerden muchos si no se les aclara suficientemente su imposibilidad.
Así que los mismos muchachos que congelaron las jubilaciones, desfinanciaron el sistema jubilatorio con la privatización de aportes y hasta redujeron el 13 % las miserias que pagaban (es decir el menemato, los radicales, los "peronistas federales" y los variopintos promotores y cómplices de dictaduras que pululan en el Pro, democracia progresista, bloquistas, Gen, ARI y que se yo cuantos más) no abandonarán el filón.
Yo expuse en tres entradas anteriores mi fundamentación acerca de la inviabilidad de la propuesta (ver la serie "sobre jubilación 82 %" si interesa). A excepción de la de los Pinosolanistas, que promocionan en soledad entre el Grupo Aj la única cosa que su numen Claudio Loinsano pergeñó con cierto tino y sobre la cual volveremos.
Y no solo argumenté su inviabilidad sino también su incorrección ética y económica, porque no podemos o no debemos pretender recibir mas de lo que hemos aportado.
Por las dudas aclaro que mi jubilación supera la mínima en un pequeño porcentaje, no tengo retiro de juez, militar ni senador. Y como soy un jubilado es evidente que mi posición puede parecer algo loca.
Como tampoco soy economista (dios me libre), puede pensarse también que hablo boludeces.No lo descarten, yo mismo no lo hago,pero hete aquí que dije que si implementan el 82 % mis cálculos indican que en tres años harán sonar el Fondo de Garantía.
Esto suponiendo con optimismo que la liquidación acelerada (venta para hacerlos líquidos) de los activos que lo integran, bonos y acciones fundamentalmente, no produciría una abrupta pérdida de su valor actual por esas cosas del mercado ¿vió?.
Eso sí, mis supuestos siempre contemplaron el 82 % al total de los pasivos, no sólo a los que cobran la mínima, porque esta postura del grupo Aj es otra muestra de su incongruencia. Permanentemente sus voceros en los medios critican el achatamiento de la pirámide de asignaciones y resulta que ahora propician exactamente un agravamiento de ese fenómeno.
Y agravamiento agudo. Yo, por ejemplo, o para ser mas exacto la franja que integro, pasaría a cobrar menos que la mínima con lo que no solo achatarían mas la pirámide ¡sino que la invertirían!
De cualquier manera los requerimientos globales no variarían demasiado entre el 82 % a la mínima y el 82 % al total, precisamente porque la pirámide es chata y algo así como el 80 % cobra la mínima. Digamos de paso que esto es así por la integración al sistema de una masa enorme de jubilados gracias a la jubilación llamada de Amas de Casa y la obtenida por moratoria, estupendas e históricas obras de humanidad y/o justicia K que los grupo Aj se olvidan de homenajear.
Bueno, resulta que según se informa en este artículo de Raúl Delatorre en Página 12, un especialista en temas jubilatorios, el doctor Sergio Bovroski, afirma que "el incremento fenomenal de las erogaciones sin fuentes de financiamiento agotaría el stock de dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) en dos o tres años". Lo mismo que afirma un servidor. Y permitanme entonces ponerme gordo.
Pero yo también afirmaba que el argumento que los aportes de hoy pagan las jubilaciones de hoy es una falacia inventada para justificar la desaparición en el pasado de los aportes acumulados que eran los que realmente pagarían las jubilaciones en un devenir incesante de acumulación-erogación, única ecuación economico-financiera sustentable.
Bueno, también en el artículo comentado otro especialista, el Profesor Salvador Treber, dice (entre otras cosas), que "Otro aspecto, entre varios, puntualizado por Treber, es el referido a la responsabilidad intergeneracional de los aportes y la administración de los recursos actuales. Los fondos que se acumulen para afrontar esos compromisos futuros no pueden ser guardados en efectivo: deben invertirse, buscando protegerlos de la desvalorización monetaria y que generen fondos adicionales (ganancias). De modo tal que dudosamente puedan considerarse de libre disponibilidad inmediata sin afectar las jubilaciones futuras".
Así que ¿me permiten? Me pongo Regordo.
Ya no son solo las opiniónes de un Jubilao, son también las de un Dotor y un Profe.
¿El jubilao tiene o no derecho a ponerse gordo?

Y dejo a Claudio Loinsano y otros temas para la próxima, ahora me voy a la cola del banco a cobrar la jubilación, tengo que putear contra el gobierno, el tiempo y la juventud de ahora.

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